Guárdame en tu camino.: Una mirada, vale más que mil palabras.

Siempre me voy a levantar.

Sí, puede que no sea la persona más fuerte, ni la más valiente, la más decidida o segura. Puede que me equivoque muchas veces, demasiadas quizás… Puede que me de cuenta de lo que quiero cuando ya no lo tengo, que mi lista de espectativas sea larguísima, que me aferre a una mirada, a una sonrisa, a un simple y pequeño detalle. Que mis paranoias aumenten día sí y día también; que los malos momentos sean algunos, aunque los buenos los superen considerablemente. Puede que complique lo fácil, que facilite lo difícil y también puede que tropiece cien mil veces con la misma piedra, pero ten por seguro que siempre me voy a levantar. Siempre.

Me gustan los pequeños detalles de la vida. Ver salir el sol, que me empape una tormenta cuando estoy en la calle. El olor de la comida mientras se cocina. Que te despierten con un beso. Las miradas que hablan. Encontrarte en la calle a algún conocido que no veías desde hace tiempo. Mirar las estrellas sin decir ni una sola palabra. Leer un buen libro. Oler una rosa. Caminar descalza sobre el césped. Saborear un helado. Saborear tus besos. Enlazar manos con una increíble facilidad. Lágrimas de alegría. Saltos de júbilo. Gritos de triunfo. Pequeños detalles que hacen que la vida sea mejor. Aún mejor.

Nadie, nadie lo es.

Me cuesta confiar en algunas personas. Suelo equivocarme. Puedo llegar a cagarla una, dos y tres veces seguidas. Me gusta lo difícil. Cojo cariño con facilidad. Soy paranoica. A veces me cuesta ser positiva. No suelo mostrar lo que siento, lo demuestro de una manera bastante rara, y a veces ni lo demuestro, a pesar de que quiera a una persona más que a nadie. Me cuesta expresarme. No me entiendo ni yo. Es difícil de entenderme. Puedo ser muy fría. Soy difícil de comprender, de entender. Puedo cambiar de carácter más de tres veces al día. No soy perfecta, ¿y qué? Nadie lo es.

Guárdame en tu camino.

Si la vida es un instante, hoy quiero olvidar que existo.

sábado, 12 de febrero de 2011

Una mirada, vale más que mil palabras.

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