Me apetece escribirte algo. Ya sabes, alguna tontería de esas que te hagan sonreír cuando la leas. Alguna frase bonita, que refleje un poco lo siento, un fragmento de película, algunas frases perdidas de una canción que escuché en cierto momento y me hayan venido a la memoria. Pero no encuentro nada que sea capaz de acercarse a lo que siento. Podría decirte cualquier cosa, ¿sabes? Y no quedaría mal. Podría decir te quiero, te amo, no quiero que me dejes nunca, y cosas así. Pero quizás no sería cierto. ¿Nunca? No puedo decirte cosas así. ¿Qué se yo lo que pasará dentro de uno, dos, cinco, treinta años? No puedo decirte nunca. Yo... yo soy una veleta, un manojo de nervios, no tengo pedal de freno o no funciona. Yo cambio, me muevo. No sé lo que va a pasar mañana. Sé que te quiero, ahora, en este instante, y en el de más allá probablemente también, pero dentro de muchos instantes quizás no. Pero ahora... ahora daría la mitad de los años que me quedan por verte sonreír...
Llegas a un punto, en el que no sabes ni lo que quieres, todo son dudas, no tienes nada claro, no sabes que pensar, que querer, ni a quien. Y no quieres hacer sufrir a nadie, pero te sientes malvada,desagradecida, no quieres tener ese papel, pero tarde o temprano, te tocará representarlo a la fuerza. Y él cada día significa más, y más, y no sé adonde llevara todo esto, ni si tendra un final feliz o triste, pero estoy empezando a sentir algo, y ya sabes lo que dicen, hay veces que una chispa puede hacer un gran incendio, y tú has empezando a quemar todo dentro de mi...
¡Pero coño! Hay otros. Sí, claro que hay otros. ¿Por qué tiene que ser él? Uno, dos, tres, quizás cuatro. Igual que hay otras para ti (y seguro que más de cuatro) Pero eso no signfica que esos besos me gusten más que los tuyos o que esas sonrisas me hagan sonreír a mí también. Que haya otros no significa que, en cada momento más insignificante del día, ya no me acuerde de ti. Sí, claro. Claro que hay otros. Más guapos, más altos, más bajos o más feos. Más simpáticos o más antipáticos, más niñatos o más hombres. Más o menos. Eso da igual. Hay otros pero ninguno de ellos eres tú. Y yo te quiero a ti. Querer lo que viene a ser querer (sentir, tener miedo, el pulso acelerado y el corazón entre triste y contento) eso sólo me pasa contigo.